¿Has oído eso de… “cuando el dinero sale por la puerta el amor salta por la ventana”?
Iniciar una vida en común es todo un reto, no solo por el carácter, las costumbres y los hábitos de cada uno sino también por el tema económico. Desde el primer momento en que decidís vivir en pareja, tenéis que dejar claro cómo vais a administrar la economía familiar. Debéis poner en común vuestros intereses y objetivos, plantear si es bueno juntar el dinero de ambos para construir un patrimonio en común o hacerlo por separado.
Habla con tu pareja sobre dinero
¿Cómo se repartirán los gastos? ¿Cuánto va a aportar cada uno? ¿Cuánto se va a ahorrar?…
A veces hablar sobre dinero con tu pareja puede resultar delicado o incómodo, sin embargo es un tema que debe hablarse abiertamente, ya que la falta de comunicación y transparencia puede suponer un problema. Algunas parejas no abordan este tema al principio y esto origina conflictos, tensiones y en algunos casos más extremos incluso el divorcio.
- ¿Ahorrar o vivir la vida? Cada miembro de la pareja tiene una opinión sobre el dinero, quizás tú eres ahorrador y tu pareja piensa que el dinero está para gastarlo. Si no llegáis a un acuerdo, este tema generará muchos conflictos, por ejemplo, tu pareja no entenderá que tú quieras tener un fondo para emergencias ni tú que ella quiera gastarlo todo.
- Ingresos. Es importante que haya transparencia y sepáis el total de ingresos con el que vais a contar para iniciar vuestra vida en común. Si trabajáis los dos, si uno gana más que el otro o si solo trabaja uno y el otro se dedica al cuidado de los hijos.
- Juntos pero no revueltos. Otro punto a tener en cuenta y que debéis dejar claro es si vais a tener cuentas comunes o separadas, si queréis conservar vuestra autonomía financiera o integrarlo todo en la unidad familiar.
- Qué gastos van a ser comunes y cuáles no. Con los suministros, vivienda, vacaciones lo podemos tener más claro, pero si tu pareja te dice que quiere comprarse una moto, o la última colección de bolsos de Tous… ¿Son estos gastos comunes o debe asumirlos cada uno?
- Como repartir los gastos entre la pareja. Una vez definidos cuáles son los gastos comunes, tenemos que decidir qué parte o porcentaje va a pagar cada uno. Repartirlo todo al 50%, dividir los gastos en proporción a los salarios, asignar gastos a cada uno… son solo algunas de las opciones posibles. Establecer unas reglas antes de la vida en común os ahorrará muchos disgustos después.
- Las decisiones en cuanto a ahorro, gasto e inversión Debéis establecer qué parte de vuestro presupuesto vais a destinar a cada una de estas partidas y el plan para llevarlo a cabo.
- Analizar las deudas. Es importante analizar si hay deudas anteriores, cómo os vais a ocupar de ellas.
- Quien se va a encargar de las finanzas, uno o los dos. Debe encargarse de mirar bancos, recopilar gastos, hacer un presupuesto…
Una vez hayamos hablado sobre estos temas, hay que llevarlo a la práctica y elegir el modelo que mejor se adapte a vosotros, os dejo algunas claves.
Cuentas en común
Si habéis optado por esta opción, pensad que dos economías son más fuertes que una sola. Por lo que es más fácil y más rápido construir un patrimonio en común que uno individual. Además como equipo os planteáis una vida y unos objetivos en común: Qué queréis hacer juntos, para qué queréis ahorrar, dónde vais a invertir.
La parte negativa, radica en que algunas parejas se quejan de tener que pedirle permiso a la otra parte para realizar determinados gastos o caprichos. Sobre todo si cada uno tenéis una mentalidad diferente respecto al dinero.
Cuentas totalmente independientes
Cada uno sigue conservando su cuenta, y en cuanto a los gastos comunes tenéis que llegar a un acuerdo. Estas son algunas opciones:
- Asignar gastos: uno se encarga de los suministros y la ropa y el otro de la alimentación y los seguros, por ejemplo. No es una manera muy equitativa o justa de repartir los gastos por lo que a la larga puede causar conflicto.
- Uno paga todo y a final de mes se reparte el total de gastos entre ambos.
- Cada uno hace pagos y a final de mes, se suman y ajustan los gastos para ver qué importe ha pagado cada uno.
Cuentas independientes y cuenta en común.
Esta forma de organizar las finanzas es una combinación de las dos anteriores. Cada miembro de la pareja conserva una cuenta para sus gastos individuales y crean otra cuenta en común, en la que ambos son cotitulares, para cubrir los gastos familiares. Cada uno transfiere dinero a la cuenta común en función del reparto acordado (50-50, 40-60, un importe fijo, un % del salario de cada uno,…).
La cuenta de gasto en común se utiliza para los gastos familiares: transporte, alimentación, ropa, gastos de los niños, fondo de emergencia, vacaciones, seguros, suministros, ahorro… Y todos aquellos que ambos hayáis acordado que son gastos comunes.
Al tener cada uno una cuenta individual, cada miembro conserva su autonomía y libertad para hacer con su dinero lo que quiera.
Conclusiones
Sabemos que muchas parejas discuten por temas económicos. No solo por la falta de dinero sino también por la falta de comunicación en torno a su administración. Hay que dejar muy claros estos temas desde el principio para que no sean una fuente de discusión continua, y elegir un sistema para administrarlo que sea beneficioso para ambos y en el que los dos estéis de acuerdo.
Revisad y haced los ajustes necesarios. Si no os funciona de una manera probad de otra, puede que os lleve tiempo encontrar vuestra ”fórmula perfecta.”
¿Y tú hablas de dinero con tu pareja? ¿Cómo gestionas las finanzas del hogar? Si te ha parecido útil este artículo comparte para que otros puedan beneficiarse.