«Parece que hoy todo se puede comprar, estamos cambiando la felicidad real por la gratificación instantánea”
Marian Rojas Estapé
Desde que nos levantamos tomamos un montón de decisiones basadas en nuestra forma de consumir: llevarnos la comida de casa al trabajo o comer fuera, ir en taxi o en autobús… Vivimos en una sociedad de consumo y por eso es muy importante que los niños aprendan a consumir con responsabilidad.
Cuando hablamos de consumo responsable, por un lado nos referimos a un consumo respetuoso con el medio ambiente y por otro a evitar el consumismo. Es nuestra labor educar a nuestros hijos en el consumo responsable y enseñarles a consumir de acuerdo a sus necesidades reales.
Son muchos los niños que están acostumbrados a armar pataletas para conseguir que les compren todo aquello que quieren, y nosotros a comprárselas con el ánimo de suplir, en muchas ocasiones, el rato que no estamos con ellos.
¿Qué podemos hacer los padres para enseñarles a ser unos consumidores más responsables?
Educar a nuestros hijos para que sean consumidores responsables, es fundamental para su futuro. Estas son algunas ideas para enseñarles a ser consumidores responsables:
– Predica con el ejemplo.
Podemos utilizar las situaciones de la vida diaria y con nuestros actos, dar ejemplo de que nosotros somos consumidores responsables:
Si aún no lo haces, comienza a reciclar, enséñales que las cosas se pueden arreglar en lugar de tirarlas directamente. Y si, definitivamente no las quieren, enséñales a ser solidarios, seguro que alguien podrá darles un segundo uso a eso que ya no necesitamos.
Compra en mercados tradicionales y tiendas de barrio. Además, esto es algo fundamental ahora si quieres que esos pequeños comercios de toda la vida puedan superar esta crisis. También puedes intentar llevar tus propias bolsas, que además de ayudar al medioambiente, te hará ahorrar algo de dinero
Compra solo lo necesario. Hay mucha gente que compra comida de más y finalmente mucha acaba en el cubo de la basura. Te ayudará en esta tarea hacer un menú semanal, utilizar una lista de la compra, revisar tu despensa y frigorífico para comprar solo los ingredientes que necesites y gastar antes los que estén próximos a caducar. Con esta acción conseguirás un extra de ahorro.
Un menú semanal también te ayuda a instaurar hábitos de comida más saludables, al ver plasmado en un papel qué vamos a comer durante la semana. Seguro que intentarás comer de forma más sana y evitar el consumo en exceso de chuches y bollería.
Enséñales a ahorrar luz, agua, ser respetuosos con el medioambiente…
“No nos preocupemos de que nuestros hijos no nos escuchen; preocupémonos porque siempre nos están observando.”
Robert Fulghum
– Hablar con claridad de la situación económica familiar.
El Covid 19 no solo está afectando a la salud, está produciendo una de las mayores crisis económicas de la historia. Esto debe hacernos reflexionar, entre otras cosas, sobre nuestros hábitos de consumo. Aprovecha estas circunstancias para hacer partícipes a tus hijos de la economía familiar y de la importancia de tener unas finanzas saneadas.
No pienses que son pequeños. Los niños cada vez se convierten antes en consumidores, por lo que debes comenzar pronto a enseñarles cómo hacer un uso correcto del dinero: que siempre hay que gastar menos de lo que ingresamos, mostrarles cómo nos organizamos con el dinero, cómo cancelamos nuestras deudas, cómo comparamos precios al hacer la compra…
Dales una paga y enséñale a administrarla. Que entiendan que si lo gastan todo, no podrán comprar nada hasta la próxima paga. Si quieren comprar algo que supere su paga, puedes calcular con ellos las semanas que tardarían en ahorrarlo. Así aprenderán y serán conscientes de lo que cuesta ganar y ahorrar el dinero. También podemos enseñarles el concepto del ahorro y regalarles una hucha o mejor hacer una con ellos, hay numerosos tutoriales en internet.
– Aprende a poner límites a tus hijos y a decir NO cuando sea necesario.
Hay niños que son muy caprichosos y especialistas en hacer chantajes o armar pataletas para conseguir lo que quieren. Déjale claro que esa no es la manera, y que hay que ver si realmente es algo que necesitan o solo un capricho. Que aprendan qué y en qué es razonable gastar y en qué no… Y si, en algún momento, no podemos permitirnos unas vacaciones, o compararles unas zapatillas de alguna marca especial, debemos poder decirlo libremente a nuestros hijos.
Se realista y coherente con lo que te puedes permitir y lo que no. Vivir por encima de nuestras posibilidades “puede” mantenerse durante un tiempo. Si lo convertimos en nuestro modo de vida, las consecuencias pueden ser desastrosas.
– Lista de deseos.
Acostumbra a tus hijos a que no se conformen con lo primero que vean. Diles que apunten en una lista aquello que quieren y durante una semana deben investigar donde puede conseguirse, comparar precios, características… Lo que pretendemos es que aprendan a buscar información, compararla y elegir. En muchas ocasiones, pasada una semana, habrán cambiado algunos de esos juguetes por otros o ya no les interesarán tanto.
– La publicidad no es tan real.
Vivimos en una sociedad de consumo que nos anima a comprar continuamente y en la que casi todo se puede comprar a golpe de clic. La tecnología está cada vez más presente en las casas, y los niños por medio de la tele, tablet, móvil… acceden a mucha publicidad que está orientada a ellos… Ven algo y lo quieren ¡ya! Vivimos en la era de la inmediatez y les cuesta aceptar un “no” por respuesta.
Enséñale que la publicidad no es tan real, qué mensajes esconden. Lo que hacen los fabricantes para vender más. Preguntarle si eso realmente lo quiere o es que se lo ha visto a su youtuber o cantante favorito. O realmente quieres ese cacao para la leche o lo que quieres es el juguete que has visto anunciado que regalan.
– ¿Por qué no regalar experiencias?
Este año puedes decirles a tus peques que en su carta a los Reyes Magos no pidan solo juguetes e incluyan alguna experiencia. Quizás de mayores no recuerden qué juguetes les han traído cada año los Reyes o les han regalado por su cumpleaños, pero si recordarán esa visita al Parque Warner, o al estadio de futbol a ver a su equipo favorito…
– Fomenta su creatividad, e incentiva su imaginación.
Cuando éramos niños no había tanta publicidad como hay ahora, ni tantos juguetes… así que teníamos que inventarlos, usando cajas de cartón, pinzas de la ropa… En internet encontrarás un montón de tutoriales para que despierten su imaginación, aprendan a reciclar y puedan hacer sus propios juguetes.
Conclusiones
En definitiva, lo principal es dar ejemplo, si no queremos que nuestros hijos sean consumistas nosotros debemos dejar de serlo. Los niños nos observan constantemente e imitan nuestro comportamiento. Si ven que tú realizas compras innecesarias o no somos respetuosos con el medioambiente… ellos también lo harán.
“Nada es tan peligroso como un buen consejo acompañado de un mal ejemplo”
Marquesa de Sablé
Nota: Encontrarás este artículo publicado también en Value School Kids https://www.valuekids.es/blogvk/ahorro-y-consumo-responsable