Enero
Es considerado el mes más duro en cuanto a finanzas particulares se refiere. Quien más y quien menos ha gastado más de lo que debía, y la cuesta de Enero ha llegado, y en muchos hogares viene para quedarse, al menos hasta Febrero.
¿Por qué?
Por aquellos pagos aplazados que has hecho en Diciembre o a primeros de Enero y y que te van a cargar en tu banco a primeros de Febrero. Por ejemplo, los pagos en el Corte Inglés, tarjetas de algunas franquicias, tarjetas de crédito…
¿Y ahora qué?
No ha terminado aún Enero y ya le estás temiendo a Febrero por el sablazo que te van a dar en la cuenta.
Si estas compras las hubieras hecho en efectivo o a débito te habrías ahorrado este problema. En muchas ocasiones, al no ver el dinero físicamente, no somos conscientes del desembolso que estamos efectuando y ahora toca… PAGAR.
Al hilo de esto, este domingo, leí esta noticia en Expansión: «Micropréstamos: una solución sólo a corto plazo y de alto riesgo» Y es por eso que me animé a escribir este post.
Pero… ¿Son los micropréstamos una solución a tus problemas de falta de liquidez?
¿Minicréditos o minipréstamos?
En primer lugar hay que diferenciar lo que son los minipréstamos de los micropréstamos.
Según la Economipedia: Un minicrédito o minipréstamo es un tipo de préstamo de carácter personal concebido para devoluciones en el corto plazo de cantidades no muy grandes y de las que se pueda disponer rápidamente.
En España los minipréstamos varían entre 100 o 600 €, los micropréstamos pueden llegar hasta los 3.000 €.
En la actualidad tienes la posibilidad de pedir un mini crédito rápidamente y devolverlo de forma cómoda. Por eso, cada vez son más las empresas privadas que ofrecen estos servicios como si fueran prestamistas
¿Qué tienes que tener en cuenta?
Hay que tener cuidado con este tipo de financiación exprés. Son muy atractivos porque sin nómina, sin aval, sin explicaciones, de forma rápida (10 minutos) te conceden el crédito y dependiendo de la entidad, puedes tener el dinero ingresado en tu cuenta en unas horas.
- Compara condiciones entre diferentes empresas, puedes encontrar diferencias significativas.
- Lee la letra pequeña. Debes mirar el plazo que tienes para devolver el préstamo, ya que muchas entidades ofrecen interés cero o muy bajo si lo devuelves antes de 30 días, y se dispara el interés si pasas de esta fecha límite. Ten en cuenta que los intereses suelen ser más altos. La empresa que presta corre un riesgo mayor de impago que las entidades financieras tradicionales, debido a que apenas piden requisitos para conceder el préstamo.
Revisa si hay penalizaciones por demora en pagos, comisiones de estudio, …
Alternativas
Antes de utilizar estos tipos de crédito intenta buscar otras alternativas, compara unas y otras y elige aquella opción que mejor se adapte a ti.
- Puedes pedir un anticipo nómina en tu empresa a descontar de la próxima o próximas nóminas. En algunas empresas puedes devolverlo en varios meses siempre que sea dentro del mismo año. Como ventaja sabes que es a coste cero, la desventaja es si quieres que en tu empresa sepan que estás flojo de cash.
- Si tienes domiciliada tu nómina o pensión, la mayoría de entidades bancarias, te ofrecen anticiparte una o varias nóminas sin cobrarte ningún tipo de interés. En estos casos, igualmente debes mirar la letra pequeña, porque no te cobran nada de interés pero suelen tener una comisión de apertura y estudio dependiendo de cada entidad. Caixa, por ejemplo te cobra 60€ de comisión de estudio por prestarte 1.000 € a devolver en un año.
- Préstamos de familiares o amigos.Es otra opción.
- Vende todo aquello que no necesites en wallapop, tiendas de segunda mano,… es otra forma de sacar un dinero extra.
Conclusiones
Si tienes una buena planificación de tus finanzas no deberías llegar a esto.
Estos préstamos pueden parecerte la solución a tus problemas si se te ha roto el coche, la lavadora, una factura inesperada, una avería, unas vacaciones, unos regalos… porque te ofrecen dinero al instante. Pero con un buen presupuesto, un fondo de emergencia, controlando los gastos… estos imprevistos deberían ser cada vez menos.
Además, evita usar estos tipos de préstamo para reembolsar un préstamo anterior y caer en una espiral de impagos de difícil solución. Párate a pensar: si no dispones de dinero, difícilmente podrás pagar un crédito.
Si finalmente tienes que utilizarlos, sigue los tips que te he indicado antes, compara, analiza y elige la opción que mejor se adapte a ti.
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