Ahorrar a lo largo de nuestra vida nos ayudará a planificar nuestra vida financiera y a través de la inversión y el largo plazo podremos aprovechar la magia del interés compuesto.

En nuestra administración del dinero, el ahorro debería ser una prioridad, la base de nuestras finanzas. Ahorra, en primer lugar,  para tener un colchón financiero que te proteja de los imprevistos y una vez lo tengas, invierte para ver tu dinero crecer. Así darás el primer paso hacia tu libertad financiera, porque tener una libertad financiera de “x” meses te permitirá controlar tu economía, vivir más tranquilo y feliz, ayudarte a conseguir tus metas, tomarte un año sabático, no vivir tan preocupado de si viene o no una crisis…

El ahorro es una actitud ante la vida con un gran beneficio psicológico: nos permitirá vivir con más tranquilidad y seguridad.

Es importante crear este hábito. Un hábito implica decisión y repetición, así que para ahorrar debes convencerte e incorporarlo a tu vida. No puedes hacer lo mismo que estabas haciendo hasta ahora. Un dato a tener en cuenta: no es tan importante la cantidad con la que empiezas sino mantenerlo en el tiempo. Y no depende tanto de tus ingresos como de la cantidad que eres capaz de conservar. Sin embargo la realidad es que no ahorramos lo suficiente…

La tasa anual de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro se situó en el 4,9% de su renta disponible en 2018, seis décimas menos que en 2017 y la más baja desde el inicio de la serie, en 1999.  Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE).

Si es tan importante ahorrar por qué nos cuesta tanto…

Nuestro cerebro está programado para no ahorrar.

¿Qué prefieres 100 € hoy o 150 € dentro de un año? Si hiciésemos esta pregunta en nuestro entorno, la mayoría de la gente, pese a ofrecerle un 50% más de rentabilidad, elegiría tener 100 € hoy.  

Según la neuroeconomía, preferimos el presente al futuro. Nuestro cerebro está orientado a satisfacer nuestras necesidades inmediatas, nos cuesta más ver el beneficio a largo plazo, y el ahorro, como tal, supone quitarte algo ahora para disfrutarlo en un futuro. Por eso nos cuesta tanto ahorrar.  

Ahorrador o gastador

Casi todas las personas, ya sea por la educación que hemos recibido o por nuestros genes (desde pequeñitos apuntamos maneras) tenemos una tendencia clara a ahorrar o a gastar.

Otro dato que juega en nuestra contra es que el 95% de las decisiones que tomamos a diario se hacen de forma inconsciente y solo decidimos de forma consciente el 5% de las acciones que tomamos. Todos los días tomamos el transporte público o un taxi, llevamos comida de casa al trabajo o la compramos de la máquina…

Lo bueno es que a ahorrar también se aprende, y la mejor forma de conseguirlo es convirtiéndolo en un hábito.

Parkinson

Según Parkinson, nuestros gastos se expandirán hasta cubrir el total de los ingresos. Así que no podemos convencernos diciendo que ya ahorraremos cuando ganemos más. De hecho, habrás comprobado por ti mismo, que tras una subida de sueldo, rápidamente nos adaptamos a gastar más. Por eso no es tan importante cuanto ganas sino cuanto eres capaz de conservar.

Hábitos que te ayudarán a ahorrar

  • Págate a ti primero. Mucha gente está acostumbrada a ahorrar “lo que sobra” al terminar el mes. El resultado es que el ahorro se reduce a poco o nada. El preahorro es el truco infalible que te permitirá ahorrar. Consiste en destinar, nada más recibir tus ingresos, al menos un 10% a una cuenta diferente a la de los gastos comunes. Asumiremos este importe como un gasto más: nuestra factura de tranquilidad financiera.

“No ahorres lo que te queda después de gastar, gasta lo que te queda después de ahorrar.” Warren Buffet.

  • Sistematiza y automatiza. Siguiendo la línea del punto anterior y para evitar los sesgos cognitivos, automatiza tu % de ahorro. Quizás te cueste al principio vivir con un 90% de tu sueldo, pero una vez te acostumbres, podrás hacerlo sin problemas. Piensa que hay mucha gente que vive con menos que tú.
  • Motivación. Debes saber para qué estás ahorrando; vincular el ahorro a una emoción te hará más fácil conseguir tu objetivo. Pongamos un ejemplo, si quieres ahorrar para un viaje a Londres, puedes poner en un lugar visible un bote de cristal con la foto de ese sitio al que quieres ir,  investigar durante el tiempo previo, mirar excursiones, restaurantes, así afianzarás los motivos para ahorrar.
  • Fíjate objetivos de ahorro, ambiciosos pero alcanzables. No es lo mismo ahorrar para tu jubilación, los estudios de tus hijos o unas vacaciones. Establece un plazo para tus metas y prémiate a medida que lo vayas consiguiendo..
  • Analiza tus gastos en profundidad e intenta reducir todos aquellos que creas innecesarios o superfluos. No digo que tengas que ahorrar hasta límites que no te permitan disfrutar la vida, porque vida solo hay una, sino que intentes encontrar el equilibrio entre ahorrar y vivir la vida.  
  • Lleva una contabilidad todos los meses de tus gastos e ingresos. No te llevará mucho tiempo. Acostúmbrate todos los días a guardar los tickets de todo lo que compres en un sobre, a primeros del mes siguiente junta estos tickets, saca los extractos del banco y ponlo todo en un Excel o en cualquier app o herramienta que utilices. Esto te servirá para contarte la verdad sobre tu situación financiera, ver si estás en el camino o si necesitas un pequeño empujón o motivación para conseguir tus objetivos.
  • Frugalidad. Adquiere unos buenos hábitos de consumo, aléjate de las compras compulsivas, y practica una vida sencilla, minimalista… muchas veces no necesitamos o no utilizamos todo aquello que compramos, por ti mismo habrás podido comprobar en más de una ocasión como tenemos en los armarios ropa, cosas, utensilios… con las etiquetas aún puestas y que no hemos utilizado nunca.   

Conclusiones

Empieza ya, no lo dejes para mañana, pensando que eres joven y ya ahorrarás cuando se acerque la jubilación. Ni te digas a ti mismo que no ahorras porque ganas poco, hay más gente cobrando lo que tú, que consigue ahorrar. Así que tú también puedes hacerlo.

Y cuando  te desmotives, y pienses que ahorrar es imposible, piensa que tu objetivo es más grande que el simple ahorro: es la casa de tus sueños, emprender tu negocio, un gran viaje por el mundo o la libertad, éxito y riqueza financiera… Crea una perspectiva más amplia para así prepararte financieramente para el futuro.

“La economía consiste en saber gastar y el ahorro en saber guardar.” Orison Swett Marden

Nota: Encontrarás este artículo publicado también en Value School https://valueschool.es/ahorro-filosofia-vida

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